Estoy acorralado ¡Joder!
No creo que dure mucho
más tiempo si no consigo salir de aquí.
He cogido de la
mochila que le quité a un soldado caído, un bolígrafo y esta libreta, donde
quiero plasmar mis últimos momentos.
Ya que por lo que veo es irremediable que este jodido mundo se vaya a la mierda, al menos, si alguien encuentra estos apuntes en un futuro podrá tener constancia de cuáles fueron mis últimas y agotadoras horas sobre la tierra.
Ya que por lo que veo es irremediable que este jodido mundo se vaya a la mierda, al menos, si alguien encuentra estos apuntes en un futuro podrá tener constancia de cuáles fueron mis últimas y agotadoras horas sobre la tierra.
Mi nombre es Jaime Escudero
y tengo treinta y tres años, es muy posible que ya no quede nadie vivo de mi
familia, aparte de mí, al menos de la más cercana.
No sé nada de mis dos hermanos mayores, ni de mi hermana pequeña Estefanía desde ayer, ya no responden a las llamadas que les hago desde mi teléfono móvil, lo último que supe por boca de mi hermano Toni, es que estaban de camino a un “punto seguro” y después de eso nada, no he podido contactar más con ellos.
No sé nada de mis dos hermanos mayores, ni de mi hermana pequeña Estefanía desde ayer, ya no responden a las llamadas que les hago desde mi teléfono móvil, lo último que supe por boca de mi hermano Toni, es que estaban de camino a un “punto seguro” y después de eso nada, no he podido contactar más con ellos.
Ahora que desde esta
privilegiada posición puedo ver en lo que se está convirtiendo mí amada ciudad,
tengo que reconocer que me alegra que mis padres no estén aquí para
presenciarlo.
Hace tres años, debido
a un accidente de tráfico, dejaron este mundo por la vía rápida, fue visto y no
visto, no se dieron ni cuenta. Como si eso cambiara lo sucedido y tuviera que
alegrarme, pensé, cuando el capitán de la guardia civil de tráfico me informaba
de lo sucedido. Aunque ahora lo veo un poco diferente, fue rápido… Todo lo
contrario de lo que a mí me espera de no poder largarme lejos de esta ciudad.
Al igual que en el accidente
de mis padres, todo ha pasado muy deprisa, demasiado deprisa. Hace solo unas
pocas semanas creía que el telediario estaba nuevamente con otra farsa como la
de la gripe-A, otro saca dineros y engaña bobos y una semana después lucho
minuto a minuto por salvar mi vida, ¿Cómo hemos llegado a esta situación?.
Joder…
Hace días que la ciudad se
empezó a volver un poco loca, no sabíamos exactamente qué pasaba, llegaban
noticias confusas que hablaban de un virus que se contagiaba de una manera que
aun no sabían concretar, aunque aseguraban que todo estaba bajo control y
que podíamos seguir con nuestras vidas cotidianas, aun así los informes decían
que si veíamos a alguien con comportamiento errático, agresivo o herido…
avisáramos a las autoridades y que bajo ningún concepto nos acercáramos a
ellos, aunque fueran conocidos o familiares, pues por lo visto, ese virus les
hacía altamente agresivos. ¿Pero qué cojones?
La gente aunque nerviosa, al
principio seguía haciendo su vida normal. Los días pasaron y en las noticias
los políticos seguían asegurando que todo estaba bajo control, pero claramente
ya se apreciaban cambios que dejaban de manifiesto que las cosas no marchaban
bien. Sirenas de policía, bomberos y ambulancias sonaban muchísimo más que de
costumbre por todas partes y camiones cargados de militares armados, imagino
que provenientes de nuestro cuartel de Rabasa, pasaban a toda velocidad y en
todas direcciones, lo cual no es precisamente algo que transmita confianza…
En esos momentos, algunos
pensaban que estábamos en guerra, pero que el gobierno lo estaba ocultando, un
ataque químico, bacteriológico, quien sabe…
-¡Los Marroquíes!, seguro
que son los moros los que están detrás de todo esto…- Escuché decir a un
ignorante hombre de unos cincuenta años, regordete y bigotudo muy convencido,
mientras se tomaba un coñac mañanero en la barra del bar en el que yo solía
desayunar mientras miraba las noticias de tele5.
Estaba claro que en esos
momentos nadie tenía ni puta idea de lo que se nos venía encima y menos el
borrachín del mostacho, que seguro ni sabría situar Marruecos en el mapa.
Las noticias cada vez
llegaban más fragmentadas y eran más contradictorias, lo cual no ayudaba más
que a crear confusión y a que la gente sacara conclusiones de lo más dispares.
Pese a toda la
contradicción que reinaba entre unos informativos y otros, todos coincidían en
una cosa, en que el problema había surgido una semana y media atrás y que se había
originado en Rusia, en un lugar llamado Kubinka, a sesenta y tres kilómetros de
Moscú. El “virus” de ahí había saltado a varios puntos del planeta a una
velocidad vertiginosa y sin ningún control aparente por parte de las autoridades
competentes, que se veían desbordadas una vez la pandemia tocaba a sus puertas.
Todas las medidas que
los diferentes gobiernos habían tomado no parecían tener ningún efecto en la
propagación de la enfermedad y cada día se informaba de la aparición de nuevos
brotes en diferentes puntos del planeta, aunque jamás se televisaron imágenes
de dichos países donde se suponía que la plaga estaba azotando, precisamente
eso era una de las cosas que más me hacían dudar de la verdadera gravedad que
suponía el virus.
De momento, en
Alicante no parecía que se hubiese dado ningún caso grave por aquellos días y
si ya los había no se informó de ello a la población, pero a pesar de eso se
habían limitado los viajes entre comunidades autónomas a la mínima expresión,
incluso no se podían realizar trayectos entre poblaciones cercanas, pues a no
ser que te dirigieras a tu vivienda habitual y pudieras demostrarlo, lo más
probable es que algún control policial te obligara a regresar por donde
habías venido. Todo esto eran medidas de “cuarentena” con las que el gobierno
intentaba controlar la propagación de la pandemia.
Todos los países adoptaban estrategias muy similares una vez aparecían los primeros casos, pero no parecían estar funcionándoles a ninguno de ellos.
Todos los países adoptaban estrategias muy similares una vez aparecían los primeros casos, pero no parecían estar funcionándoles a ninguno de ellos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario