PROMOCIONA TÚ SITIO GRATÍS!!!

Fan por Fan

sábado, 19 de mayo de 2012

CAPÍTULO 4: La madriguera



Todo pasó muy deprisa y no tuve casi tiempo para reaccionar. Un fuerte tirón en mi brazo izquierdo hizo que me olvidara de mis esfuerzos por deshacerme de aquello que me mantenía prisionero bajo mi coche.
Cabeza bola, tumbado completamente en el suelo, había cogido firmemente mi brazo con su mano derecha e intentaba sacarme. Podía escuchar entre bocinazo y bocinazo un desagradable sonido que me puso los pelos como escarpias. Su mandíbula subía y bajaba a toda velocidad y sus dientes chocaban unos contra otros, dando la impresión de que pudieran llegar a quebrarse con cada impacto. Intenté liberarme tirando de mi brazo en la dirección contraria, pero el resultado fue funesto para mí. Estando atrapado, mi cuerpo ejercía mas resistencia que el de mi vecino, que permanecía tumbado sobre el liso suelo del parking, así que lo que sucedió fue inevitable. Al intentar escapar y no poder lograrlo, lo único que conseguí fue deslizarle un palmo y medio acercándole aún más a mí. Estando tan cerca el Alemán no perdió la oportunidad y lanzó su otra garra, haciendo también presa en la manga de mi chaqueta. Así que la resistencia que tenía que oponer ahora aumentó al doble. Aunque en esa posición él no podía hacer uso de la ventaja que su enorme peso le brindaba, tiraba con dos brazos y yo solo disponía de uno para resistir. Intentaba desesperadamente llevarse mi brazo a su boca…Quería morderme. En ese momento de terror le grité a la desesperada…
-¡Suéltame hijo de la gran puta!- Al tiempo que forcejeé para que me soltara, una vez más fue inútil, nada frenaba a ese tío en su intención de hacer presa de mi brazo. El bíceps izquierdo me ardía debido al enorme esfuerzo que estaba haciendo por mantener mi miembro flexionado y lejos del alcance de las dentelladas de mi obstinado atacante, pero poco a poco el ángulo cedía acercándolo peligrosamente a su boca.
Justo cuando creía que ya no podía aguantar un envite mas, algo sucedió, los tirones cesaron y mis músculos pudieron relajarse por unos instantes. Mi brazo seguía firmemente sujeto, pero ya no intentaba sacarme fuera. Desgraciadamente pronto descubrí cual era su nuevo plan. Supongo que al ver que no le resultaba fácil arrancarme de mi madriguera, mi atacante había pasado a utilizar la técnica del hurón, él entraría a buscarme. Empujaba frenéticamente para meterse debajo del Rav4 conmigo, incluso apoyando los pies en el coche de al lado para hacer más fuerza.
La situación se había complicado mucho. De estar intentando evitar que me arrastrara fuera, ahora yo tenía que impedir que él entrara. Si lo conseguía estaría realmente jodido. Intenté una vez más liberarme de lo que me mantenía sujeto bajo mi vehículo para poder defenderme, pero ya era demasiado tarde. Antes de que pudiera cambiar mi estrategia para oponer resistencia al nuevo tipo de ataque, él ya había metido su cabeza bajo el coche y sus dientes hicieron presa en mi antebrazo, un dolor punzante recorrió toda mi extremidad, después de este vino otro y otro. Yo instintivamente tiré fuertemente, lo cual solo complicó mas las cosas, pues con cada esfuerzo por liberar mi brazo, solo le atraía más y más a mí.
¡Joder! ¡Su cara! era terrorífica, me recordó desconcertantemente a la de una persona dormida, inexpresiva, con la diferencia de que en esa cara unos desorbitados ojos buscaban frenéticamente mi cuello.
 Sus dientes no me daban tregua y continuaban cerrándose una y otra vez en mi antebrazo sin piedad, lo cual me producía un ya insoportable dolor, estaba haciéndome carne picada la extremidad. En un último esfuerzo por escapar de aquella angustiosa locura, conseguí apoyar mis pies en uno de los neumáticos y empujé con todas mis fuerzas al tiempo que forcé al máximo los músculos de mi dolorido brazo. Supongo que el subidón de adrenalina era tal que mi fuerza era mayor que la de costumbre, ya que con el enorme esfuerzo conseguí no solo liberarme de mi atacante, sino también de lo que me mantenía sujeto bajo el vehículo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario